miércoles, 18 de enero de 2012

Mi naturaleza.

A la señora en Caracas, por entender la situación del país y la pelazón, gracias. Le agradeceré nuevamente, más adelante.

Hoy me he levantado con la convicción de que el mundo estaba al tanto de mi existencia. No solo el mundo, sino alguna deidad. Imagínense eso. Sentir que el universo, no es que gire a tu alrededor, pero fluye junto a ti y nos vamos convirtiendo en dos cómplices fluviales, luchando por sobrevivir. Siempre he percibido como un hecho aterrador la existencia (o no) de un Dios. Es elegir entre libertad o soledad. Y simplemente no se puede hacer semejante elección. Cuando nacemos, nos resignamos a ser libres e indistintamente, más solitarios. Viene plegada a nosotros, aquella mujer que conocemos (o al menos, yo reconozco) como la soledad intrínseca. No se trata de compañia, sino del aislamiento del ser. El alma resguardada, el alma llorona, las lágrimas que disfraza tu ducha. Los gritos ensordecedores a las cuatro de la mañana y la mañana que no despierta cuando uno la necesita. La mañana es ese amigo ingrato que si lo llamas antes de una hora, no contesta; eventualmente dejándote a solas con la oscuridad. Mis abuelas -materna y paterna- siempre decían que los malagradecidos son malnacidos. Y uno tirándosela del pendejo, rindiéndole culto al sol, pero él se da el lujo de ser un amigo inaccesible, inalcanzable. Indudablemente, no está dispuesto a vislumbrarte cuando más lo necesitas. 

Hoy me he puesto a reflexionar sobre mi naturaleza y sus continuos choques con la de otros, contra toda suposición. Baudelaire, decía en unos de sus poemas que su cuna estaba adosada a su biblioteca. Yo no sería esto, lo que sea que "esto" simbolice, sin mis libros. Sin la lectura, sin el cuestionamiento de la realidad que desesperadamente tocaba mi puerta como un testigo de Jehová. ¡Qué criterio podríamos tener sin leer el de otros! Tratar de negar la unidad, el nexo entre nosotros, es absurdo. Quien me venga con chigüireos, que primero estudie física cuántica y eleve ese concepto a un nivel macroscópico. Porque es, indivisiblemente, lo que somos. No voy a decir que es algo fácil de aceptar, yo estoy llena de odio y tengo que sentirme hermana o relacionada con Ahmadineyad. Pero si nos sentáramos a reflexionar sobre el significado de todo esto, nos sentiríamos unidos y con incontables posibilidades de cambio en nuestras manos. El cambio es lo único constante en la materia, y no solo somos materia, sino la misma. "Murmullos se unen, forman gritos. Juntos, somos revolución".

La filosofía consiste en una serie de preguntas, más que en un recetario de respuestas. ¿Por qué yo entiendo las cosas mejor cuando las veo en un párrafo? y ¿por qué a veces le presto más atención a la manera en que la gente dice las cosas más que a lo que están diciendo? y ¿de dónde viene esa palabra y por qué? esta última con una curiosidad mórbida. Aun cuando el comandante Chávez, descaradamente, dejó en ridículo a María Corina Machado con sus truquitos al disuadir, pensé en traducir simultáneamente el "águila no caza mosca, diputada" a "aquila non capit muscas, deputatus".  Breve pausa de aclaración: Comenzamos en diputada, como a quien se le es asignado un cargo, a diputar, como acción de impartir ese cargo, que viene de deputare, finalmente deputatus. Ya saben, el asignado. Gracias, diccionario etimológico español-latino y gracias a esa señora en Caracas que me bajó diez bolos porque me encontraba pelando bolas. Gracias señora, le debo esto. En fin, después de escuchar el insulto de Chávez, viene el evidente "qué bolas" seguido de frases insultando tanto a Chávez como a la elitista de María Corina, cuyo discurso parecía ensayado y francamente, fuera de lugar. Retomando, aunque ya presenciaron mi afán enfermizo, todo esto decidí cuestionarlo hoy. No relaciono mis cualidades a Dios, las conecto con mi instinto y a la instrucción. Jamás hubiese agarrado un libro si mi curiosidad instintiva no estuviese o sin la imitación de los modelos apropiados; definitivamente tampoco hubiese querido ser lingüista sin escuchar una clase de "Castellano y literatura". Quiero decir, que la psicología tiene este debate entre Naturaleza Vs. Enseñanza, cuando podrían ser ambas cosas si ya hemos probado que todos somos parte de un conglomerado absurdo, un abismo mañanero. Somos parte de los árboles, del sol, del aire, del odio, del amor, de la venganza, del malandro de la esquina, del señor del quiosco. No le debemos nuestras cualidades a todos los santos y al olímpico. Nos debemos nuestra naturaleza, le rendimos cuentas a la misma. Somos parte de otros y de nuestros instintos, yo soy en gran parte producto de varios seres humanos quienes se esforzaron en moldearme. ¡Tanto poder!

Tuve un sueño. Estaba vestida de blanco e intentaba asesinar a Hugo Chávez, mientras una bandera de nueve estrellas (más justa, al menos, el Zulia también era un provincia) colgaba sobre mi cuello. Por supuesto, me mataron a tiros. Caí, caí por lo que pareció una eternidad. Acto seguido, me despojé de mi cuerpo y me fui caminando hacia el sol. Hacia el crepúsculo. Me gusta creer que mi existencia es eterna, más allá de los límites que pone la muerte. Me encanta creer que todos somos infinitos, que nos quedamos en los otros, que nuestra existencia es tan relativa a la vitalidad de una estrella. Este último pensamiento, no es invención propia. Me remito a esto, porque significa que otra persona ya se ha quedado en mí. Todos hemos hecho historia, todos aquellos que escriben y hacen un recuento de lo que pasó aquí. Y los idealistas, los famosos, los que cargan una página en Wikipedia... Simplemente expanden su eternidad. 

Quizás, lo que intento decirte, es que somos infinitos. Infinitos, unidos y minúsculos. Simplemente, "una gota junto a otra hace oleajes, luego mares, océanos". Empieza a cuestionar tu poder y el de los demás. Sin lástima, sin tu autoestima baja... Recordando que eres parte de algo, para bien o para mal. Cicerón, nombraba el uso de ciertas locuciones y una de ellas era: "Cuando salía de casa, presentía que salía en vano". Te aviso, que si has de salir, sal con razón. Enfrenta al mundo, como él te ha enfrentado a ti. Búrlate del universo, mientras él y sus infortunios también se ríen de ti. Te informo, nada más, que eres muy poderoso, hasta quedándote encerrado en tu casa. Te insto, a usar los medios a tu disposición (mira, ¡me lees!) para transmitir un mensaje. Está bien acurrucarse un día, pero no toda una vida. Ten un propósito, sueña, no seas conformista, no dejes que la indiferencia sea, lo que el calcio es para lo huesos, en tu propia alma. No respires por respirar, no pierdas un aliento sin intentar robar el de otro.

A continuación, un ligero eufemismo con sentimiento de consejo para todos los comerciantes, futuros administradores y mujeres que buscan casarse nada más, porque la mamá les dijo. Algo que entendí hace poco, es que uno no debe dedicarse a una profesión, sino a profesionalizar tu pasión. Haz lo que te mueve, te llena, te cambia y te convierte. 

Hasta pronto.
Mis más sinceras gracias, nuevamente, a la señora en Caracas. Mi diccionario está mi amor con te quiero, con sirope de I love you.

Mi naturaleza.

miércoles, 18 de enero de 2012 · 0 comentarios

A la señora en Caracas, por entender la situación del país y la pelazón, gracias. Le agradeceré nuevamente, más adelante.

Hoy me he levantado con la convicción de que el mundo estaba al tanto de mi existencia. No solo el mundo, sino alguna deidad. Imagínense eso. Sentir que el universo, no es que gire a tu alrededor, pero fluye junto a ti y nos vamos convirtiendo en dos cómplices fluviales, luchando por sobrevivir. Siempre he percibido como un hecho aterrador la existencia (o no) de un Dios. Es elegir entre libertad o soledad. Y simplemente no se puede hacer semejante elección. Cuando nacemos, nos resignamos a ser libres e indistintamente, más solitarios. Viene plegada a nosotros, aquella mujer que conocemos (o al menos, yo reconozco) como la soledad intrínseca. No se trata de compañia, sino del aislamiento del ser. El alma resguardada, el alma llorona, las lágrimas que disfraza tu ducha. Los gritos ensordecedores a las cuatro de la mañana y la mañana que no despierta cuando uno la necesita. La mañana es ese amigo ingrato que si lo llamas antes de una hora, no contesta; eventualmente dejándote a solas con la oscuridad. Mis abuelas -materna y paterna- siempre decían que los malagradecidos son malnacidos. Y uno tirándosela del pendejo, rindiéndole culto al sol, pero él se da el lujo de ser un amigo inaccesible, inalcanzable. Indudablemente, no está dispuesto a vislumbrarte cuando más lo necesitas. 

Hoy me he puesto a reflexionar sobre mi naturaleza y sus continuos choques con la de otros, contra toda suposición. Baudelaire, decía en unos de sus poemas que su cuna estaba adosada a su biblioteca. Yo no sería esto, lo que sea que "esto" simbolice, sin mis libros. Sin la lectura, sin el cuestionamiento de la realidad que desesperadamente tocaba mi puerta como un testigo de Jehová. ¡Qué criterio podríamos tener sin leer el de otros! Tratar de negar la unidad, el nexo entre nosotros, es absurdo. Quien me venga con chigüireos, que primero estudie física cuántica y eleve ese concepto a un nivel macroscópico. Porque es, indivisiblemente, lo que somos. No voy a decir que es algo fácil de aceptar, yo estoy llena de odio y tengo que sentirme hermana o relacionada con Ahmadineyad. Pero si nos sentáramos a reflexionar sobre el significado de todo esto, nos sentiríamos unidos y con incontables posibilidades de cambio en nuestras manos. El cambio es lo único constante en la materia, y no solo somos materia, sino la misma. "Murmullos se unen, forman gritos. Juntos, somos revolución".

La filosofía consiste en una serie de preguntas, más que en un recetario de respuestas. ¿Por qué yo entiendo las cosas mejor cuando las veo en un párrafo? y ¿por qué a veces le presto más atención a la manera en que la gente dice las cosas más que a lo que están diciendo? y ¿de dónde viene esa palabra y por qué? esta última con una curiosidad mórbida. Aun cuando el comandante Chávez, descaradamente, dejó en ridículo a María Corina Machado con sus truquitos al disuadir, pensé en traducir simultáneamente el "águila no caza mosca, diputada" a "aquila non capit muscas, deputatus".  Breve pausa de aclaración: Comenzamos en diputada, como a quien se le es asignado un cargo, a diputar, como acción de impartir ese cargo, que viene de deputare, finalmente deputatus. Ya saben, el asignado. Gracias, diccionario etimológico español-latino y gracias a esa señora en Caracas que me bajó diez bolos porque me encontraba pelando bolas. Gracias señora, le debo esto. En fin, después de escuchar el insulto de Chávez, viene el evidente "qué bolas" seguido de frases insultando tanto a Chávez como a la elitista de María Corina, cuyo discurso parecía ensayado y francamente, fuera de lugar. Retomando, aunque ya presenciaron mi afán enfermizo, todo esto decidí cuestionarlo hoy. No relaciono mis cualidades a Dios, las conecto con mi instinto y a la instrucción. Jamás hubiese agarrado un libro si mi curiosidad instintiva no estuviese o sin la imitación de los modelos apropiados; definitivamente tampoco hubiese querido ser lingüista sin escuchar una clase de "Castellano y literatura". Quiero decir, que la psicología tiene este debate entre Naturaleza Vs. Enseñanza, cuando podrían ser ambas cosas si ya hemos probado que todos somos parte de un conglomerado absurdo, un abismo mañanero. Somos parte de los árboles, del sol, del aire, del odio, del amor, de la venganza, del malandro de la esquina, del señor del quiosco. No le debemos nuestras cualidades a todos los santos y al olímpico. Nos debemos nuestra naturaleza, le rendimos cuentas a la misma. Somos parte de otros y de nuestros instintos, yo soy en gran parte producto de varios seres humanos quienes se esforzaron en moldearme. ¡Tanto poder!

Tuve un sueño. Estaba vestida de blanco e intentaba asesinar a Hugo Chávez, mientras una bandera de nueve estrellas (más justa, al menos, el Zulia también era un provincia) colgaba sobre mi cuello. Por supuesto, me mataron a tiros. Caí, caí por lo que pareció una eternidad. Acto seguido, me despojé de mi cuerpo y me fui caminando hacia el sol. Hacia el crepúsculo. Me gusta creer que mi existencia es eterna, más allá de los límites que pone la muerte. Me encanta creer que todos somos infinitos, que nos quedamos en los otros, que nuestra existencia es tan relativa a la vitalidad de una estrella. Este último pensamiento, no es invención propia. Me remito a esto, porque significa que otra persona ya se ha quedado en mí. Todos hemos hecho historia, todos aquellos que escriben y hacen un recuento de lo que pasó aquí. Y los idealistas, los famosos, los que cargan una página en Wikipedia... Simplemente expanden su eternidad. 

Quizás, lo que intento decirte, es que somos infinitos. Infinitos, unidos y minúsculos. Simplemente, "una gota junto a otra hace oleajes, luego mares, océanos". Empieza a cuestionar tu poder y el de los demás. Sin lástima, sin tu autoestima baja... Recordando que eres parte de algo, para bien o para mal. Cicerón, nombraba el uso de ciertas locuciones y una de ellas era: "Cuando salía de casa, presentía que salía en vano". Te aviso, que si has de salir, sal con razón. Enfrenta al mundo, como él te ha enfrentado a ti. Búrlate del universo, mientras él y sus infortunios también se ríen de ti. Te informo, nada más, que eres muy poderoso, hasta quedándote encerrado en tu casa. Te insto, a usar los medios a tu disposición (mira, ¡me lees!) para transmitir un mensaje. Está bien acurrucarse un día, pero no toda una vida. Ten un propósito, sueña, no seas conformista, no dejes que la indiferencia sea, lo que el calcio es para lo huesos, en tu propia alma. No respires por respirar, no pierdas un aliento sin intentar robar el de otro.

A continuación, un ligero eufemismo con sentimiento de consejo para todos los comerciantes, futuros administradores y mujeres que buscan casarse nada más, porque la mamá les dijo. Algo que entendí hace poco, es que uno no debe dedicarse a una profesión, sino a profesionalizar tu pasión. Haz lo que te mueve, te llena, te cambia y te convierte. 

Hasta pronto.
Mis más sinceras gracias, nuevamente, a la señora en Caracas. Mi diccionario está mi amor con te quiero, con sirope de I love you.